El  desarrollo afectivo puede entenderse como el camino a través del cual las personas establecen unos afectos y una forma de vivir y entender los mismos. Es un proceso continuo y complejo, con múltiples influencias. Este proceso va a determinar  el tipo de vínculos interpersonales que establezca la persona  y va a marcar el estilo de  relacionarse con los demás.

El desarrollo emocional influye directamente en la evolución intelectual del niño; un desarrollo emocional poco satisfactorio puede incidir en aspectos del desarrollo intelectual como limitaciones en la memoria, dificultades en la percepción y en la atención, y disminución de las asociaciones mentales satisfactorias. Más aún, se afirma que una atrofia emocional en la infancia puede repercutir en una limitación de la capacidad de abstracción.

Es importante que los docentes para las actividades con los niños creen un clima amable, respetuoso, que los apoye y estimule, de esta manera se podrá avanzar bastante: es importante que los profesores y padres sepan que es posible trabajar en un ambiente de razonable disciplina donde todo el mundo pueda expresarse, sin gritos, anotaciones o amenazas; es decir, se trata de crear un ambiente propicio para el aprendizaje. También es importante conocer que si bien es importante el colegio, también lo es la familia, que tiene un papel importante en el desarrollo infantil. La familia estando cerca del colegio, trabajando con la institución escolar y los profesores, puede contribuir decisivamente al desarrollo social y afectivo de los niños.